Hay veces en que las cosas se intentan una sola vez y hay veces en que el orgullo no es
egoista, al contrario de eso; te protege de intentarlo una vez mas, de lastimarte una vez
mas,
hay ocaciones en que te das cuenta que la realidad es fria y humeda como la peor noche
de invierno (lastima que mi epoca preferida del año sea justamente la de los cielos grises
y fuertes vientos) y que la rutina se convierte en el unico abrigo que podemos tener para
mantenernos tibios y secos, al igual que un mendigo busca cajas y periodicos, restos de
otras vidas con los cuales llenar parte de la propia, y pasarse el dia leyendo viejas
noticias una y otra vez, solo por no afrontar algo nuevo,
atrincherarse en la rutina y en una vida estancada, hay otros que son peores, aquellos troncos secos y vacios que se envuelven en sus propios vicios para sentirse vivos, existencias nulas que buscan emociones efimeras para recordar un corazon latir, un cuerpo suspirar, envolverse en sus propias miserias para tenerlas tan cerca y no poder notarlas. y asi evitar el miedo a las cosas nuevas, a la realidad tan fria y humeda como la peor noche de invierno y nuevamente pienso que es una lastima que el invierno me agrade tanto,
sin embargo no son malos, al verte caminando solo y desnudo te ofrecen sus vicios y su rutina pensando que asi dejaras de sentir el frio... y la lluvia... y el viento y cuando volteas y te acercas, ese segundo en el que dudas, puedes ver las cajas, los periodicos y los vicios que dulcemente ofrecen, contemplas sus ojos tan llenos de amistad y esperanza, y sus brazos manchados que quieren protegerte, para luego, mientras sientes las primeras gotas de lluvia correr sobre tu rostro (o lagrimas talves?) empiezas a alejarte sin evitar repetirte... realmente es una lastima que me agrade tanto el invierno.
